domingo, 7 de junio de 2009

Es para mi una verdadera satisfacción que una persona con unos grandes principios morales, nos de una lección de categoría humana y desee contarnos una historia verdadera, su propia historia y de paso les da una perspectiva de esperanza a tantas y tantas muchachas que están en esta situación en estos momentos, pensando si abortan o no abortan, pese a lo maravilloso que lo presenta nuestro impresentable gobierno socialista con esa irresponsabilidad que le caracteriza.

Es muy fácil a personas como tu o como yo que no hemos pasado por esos malos momentos de elegir el abortar o no, el dar nuestra opinión, pero cuando una persona como mi sobrino, vive porque una madre con muchísimos problemas en su vida, no le dio la muerte, es cuando nos quedamos perplejos y emocionados de ver a esta mujer como a una verdadera mujer integra, valiente y de gran corazón.

Dice así:

-“Quería utilizar este espacio que mi tío Vicente pone a mi disposición para compartir mi opinión y experiencia personal sobre un tema tan de actualidad en estos días como es el del aborto. Antes de nada aclarar que, aunque jamás he tenido ningún problema de integración en mi familia, soy adoptado. Este era un tema que siempre me inquietó y, tras varias averiguaciones en Internet y en persona, acabé descubriendo que mi madre biológica (a mi madre adoptiva la considero mi madre a secas) me dio a luz en Inglaterra en los años 70, era toxicómana, seguramente también prostituta, y acabó falleciendo de SIDA.
Esta mujer pudo haber abortado pero, en lugar de ello, fue responsable de las consecuencias de sus actos y, puesto que en su situación le era imposible ocuparse de mí adecuadamente, decidió darme en adopción internacional. Así fue como yo, tras estos antecedentes, con los cuales poca gente daría nada por mí, fui a caer en una fantástica familia y, sobre todo, a una fantástica madre, gracias a la cual tengo estudios universitarios, hablo inglés y alemán, tengo un buen trabajo y situación personal, y soy una persona feliz, normal y perfectamente integrada en la sociedad. Con este pequeño testimonio quiero dirigirme a todas las mujeres que estén en un trance similar al de mi madre biológica para que sean responsables y, si es imposible para ellas hacerse cargo de sus hijos, no les priven del derecho a existir, no acaben con su vida antes de nacer, y les den en adopción.

Yo siempre he sido uno más en mi familia, y aunque nunca me han ocultado mi pasado, jamás me he sentido diferente, discriminado o nada similar. Quisiera dar las gracias a mis dos madres, a mi madre biológica que no me negó el derecho a la vida, y a mi madre, recientemente fallecida, que siempre se preocupó de darme lo mejor a pesar de los quebraderos de cabeza que yo frecuentemente le causaba. Saludos”-. "Marco en busca de su madre y la encontró”

Que más se puede añadir a este manifiesto de esperanza, realizado de forma espontánea y dándonos una bocanada de libertad.

Un abrazo muy cordial

Vte. Luis.

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