Esta
es una historia real y de gran interés humano y todos deberíamos vivir como
esta buena Señora.
Casi
al final del servicio dominical, el Sacerdote pregunta a los fieles:
-¿Cuántos
de vosotros han perdonado a sus enemigos? -
El 80% de los feligreses levantan la mano.
El
Sacerdote insiste con la pregunta – De verdad hermanos ¿Cuántos de vosotros ha
perdonado a sus enemigos?-
En
esta ocasión todos los presentes levantan la mano menos una pequeña viejecita
El
Sacerdote se dirige a ella y le pregunta - ¿No está usted dispuesta a perdonar,
hermana?-
E
la viejecita contesto -¡Yo no tengo enemigos- respondió muy dulcemente.
-¿Eso
es muy raro?, ¿pero cuántos años tiene? –
-101
años- Respondió.
Todos
los allí congregados se levantaron y comenzaron a aplaudir a rabiar, era una
situación muy tierna.
-¿Hermana,
querida amiga, puede pasar al frente y decirnos ¿cómo se llega a los 101 sin
tener enemigos?
La
dulce viejecita pasa delante de todos en el altar y se dirige a la congregación
de feligreses y le dice:
-¡Porque
ya se murieron todos esos hijos de puta!-
PD: Una viejecita, en la mitad de un servicio religioso, se inclina y le dice al oído a su marido:
PD: Una viejecita, en la mitad de un servicio religioso, se inclina y le dice al oído a su marido:
- Me acabo de tirar un pedito silencioso, ... ¿Qué hago? .....
Y el marido le responde:
- Ahora nada, pero después cámbiale las pilas al audífono.
Y el marido le responde:
- Ahora nada, pero después cámbiale las pilas al audífono.
Hola,Vicente:
ResponderEliminarHistoria bonita, claro que sí.
El ser humano debe estar dispuesto a perdonar, si hay arrepentimiento manifiesto del enemigo. Lo digo desde mis 82 años. A ver si aún me queda algo de vida, para ver cómo se van muriendo ciertos hijos de puta que tengo inventariados, alguno gobernando.
Saludos.
Que linda mujer!!! Gracias por compartir/
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