miércoles, 23 de abril de 2014

UN BELLO EJEMPLO




Esta es una historia real y de gran interés humano y todos deberíamos vivir como esta buena Señora.
Casi al final del servicio dominical, el Sacerdote pregunta a los fieles:
-¿Cuántos de vosotros han perdonado a sus enemigos? -  El 80% de los feligreses levantan la mano.
El Sacerdote insiste con la pregunta – De verdad hermanos ¿Cuántos de vosotros ha perdonado a sus enemigos?-
En esta ocasión todos los presentes levantan la mano menos una pequeña viejecita
El Sacerdote se dirige a ella y le pregunta - ¿No está usted dispuesta a perdonar, hermana?-
E la viejecita contesto -¡Yo no tengo enemigos- respondió muy dulcemente.
-¿Eso es muy raro?, ¿pero cuántos años tiene? –
-101 años- Respondió.
Todos los allí congregados se levantaron y comenzaron a aplaudir a rabiar, era una situación muy tierna.
-¿Hermana, querida amiga, puede pasar al frente y decirnos ¿cómo se llega a los 101 sin tener enemigos?
La dulce viejecita pasa delante de todos en el altar y se dirige a la congregación de feligreses y le dice:
-¡Porque ya se murieron todos esos hijos de puta!-


PD: Una viejecita, en la mitad de un servicio religioso, se inclina y le dice al oído a su marido: 
- Me acabo de tirar un pedito silencioso, ... ¿Qué hago? .....
Y el marido le responde:
- Ahora nada, pero después cámbiale las pilas al audífono.



2 comentarios:

  1. Hola,Vicente:
    Historia bonita, claro que sí.
    El ser humano debe estar dispuesto a perdonar, si hay arrepentimiento manifiesto del enemigo. Lo digo desde mis 82 años. A ver si aún me queda algo de vida, para ver cómo se van muriendo ciertos hijos de puta que tengo inventariados, alguno gobernando.
    Saludos.

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  2. Que linda mujer!!! Gracias por compartir/

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